Lima, 1957
Magdalena Chocano
POEMAS DE ESTRATAGEMA EN CLAROSCURO
I
Los ecos de una conversación
de una risa perfecta
La lluvia forja la arena martillando innúmeros
yunques de piedra
A orillas de las mares se iza violenta la ola
y en un giro maestro apaciguada se extiende
en el borde de la costa
sin invadir la playa
salvo razón fundada y poderosa
La soledad es un estado de gracia
vaho de fuerza
tensión y relax del músculo cordial
en incontrolable paciencia por retener lo precario
Que no se derrumbe el eco
la risa no
La clave es el nombre
la Obra del Nombre
por energía de cuidadosa libertad
por repentina astucia de la ola
por secreta evasión a la inconsciencia
II
Una niña maquina su futuro
ha anudado suavemente sus fuerzas en el juego:
sigilo
hermetismo
y pericia
en el arte severo del escondite
Oblongos roperos guardan trajes para vivir todos los dramas
ser Arbaces por ejemplo
y agonizar en Pompeya
o ser quien compra verduras con billetes de mentira
¿Dónde estabas Estrella cuando te anhelaba?
Lejos
mi alma no volvía
entregada hace un instante al torbellino de avatares
siendo la bruja en su cueva o madre de mis muñecas
pero al fin estoy aquí
con vosotras sobreviví
Ven
ven entonces
acerca tu silleta rosada
sentémonos juntas a recortar figuras de papel
y no hagas ruido con las tijeras
pues nos rodea una gran incomprensión
III
Habría querido pulsar el nóumeno cernido de las cosas
pero pasó hora tras hora
copiando de un libro las respuestas al cuestionario
Las tareas eran vastas
en el cuaderno cartográfico
siempre quedaban mapas por colorear
el perfil del océano ante todo
Se esperaba que la costumbre diera conocimiento
y sin embargo
la abstracción más solemne se alcanzaba
mirando vidrieras de viejos bazares
o en la parsimonia de beber la ya extinta Kola Inglesa
La pena era un atrio sin palomas
y la caligrafía, interminable
en hoja de doble renglón donde escribía
“Hoy brilla una daga en el cielo”
al feliz amparo de los antiguos tropos
Ella demoraría en conocer sinonimias más certeras:
la semejanza entre la luz y la locura —verbigracia—
la infeliz coincidencia entre el trabajo y la ceguera,
en fin,
todo lo que disímil se funde en la metáfora
o estratagema sombría del poema
XIX
Fénix
yo
te
deseo
el
Fuego
XXI
Véngate
yo te conjuro al olvido perfecto
Dime lo que ves desde esta atalaya que nos reúne
Alguien galopando en la playa?
Alguien de cuerpo desnudo, crin al viento?
Alguien presa de horror sin freno?
Alguien conducido tercamente hacia el mar?
Y cae entre las olas?
Perece?
Habla
o prefieres que recuerde
cómo te conduje al mar
te espoleé
y apenas mis cabellos flotaron un momento
sobre las altas espumas
te desbocaste huyendo
relinchando de pavor, cortando el aire
Soy la más indefensa criatura
en las noches tensaba mi arco
¿me reconoces Centaura?
Atravesé a mis pretendientes
Si me internase hoy en la mar
—no temas—
si me internara, digo,
no habría ya diferencia
entre la espuma y mi cabello
Véngate
yo lo deparo
Nunca te conduje al mar
permanecí envejeciendo en esta torre
hasta vaciar mi aljaba
XXIII
POEMA PARA ALUMBRAR EL LADO NEGRO DE LA MONTAÑA
“Black Mountain Side”
Jimmy Page – Led Zeppelin
Yo soy un niño que juega con vidrios de colores
hallados en una botella venida de otra costa
Jimmy Page ascendía por una escala gótica
había llegado a la eternidad sin proponérselo
Un niño no puede descifrar el mensaje enviado en una botella
Un niño solo puede capturar el rayo del sol en su abalorio
Jimmy Page escapaba de una escafandra gótica
un estridor de cuerdas
ahuyentó a los furtivos diosecillos de las ruinas
–A qué entender si basta contemplar
–la luna sobre el contorno de una guitarra
–alargándose en las aguas
Jimmy Page ostentaba cabellos hasta el talón
y sus trances aunque dudosos se harían dignos de cine o
ditirambo
/enredado durante noches en la copa de un pino invisible
fue liberado por los espíritus del parque/
/raptado por los ángeles arpistas
fue expulsado del empíreo por los celosos tronos/
/liberó al Cantor apresado por los duendes del asfalto
y fue despedazado/
/el Cantor rehizo su cuerpo y lo animó
cantando la Canción de Cuna
que recordaba al mirarse en un Espejo Retrovisor/
/Jimmy Page luchó por la guitarra mágica
sepultada en el fondo del Atlántico
contra los músicos aullantes de la Espesura de Acero/
/y luego de puntear finamente el instrumento
desapareció hace siglos
caminando sobre el último rayo del sol/
Un niño empuña firmemente el cristal escarlata del ocaso
Un hombre solo pudo escribir en el envés de su noche
“Yo soy una guitarra en el cielo”
XXVII
INSTANTE FINAL DE LA CONCIENCIA
La veo edificada
en la áurea proporción
del magnífico tetrad de los Herméticos
las cúpulas de plata —sabia la rectitud de las arcadas así
exactamente
cada punto menos falso que el anterior
alucino
la clave sefirota de la medida de los ángulos inmunes
de la muralla de luz que la circunda
entre la fetidez de agónicos crustáceos
Aquellas de labios naranjas te recibirán
Aquellos de angostas caderas
contoneándose en la suave piel de la penumbra
Difícil ser esta deidad que somos / difícil
no romperse entre los ídolos que sin cesar nos retratan
y trastocan
la noche acuna el silencio en su regazo también te mece
a ti corporeidad a medias cuando quieres tan transitivo
el verbo que te tiene
El universo es la serpiente que de a pocos te ahoga en sus anillos
tras la clavícula reposa la Clavícula
yo apenas puedo contener la risa
es un gran espectáculo
y una sorpresa aguarda para el fin