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Mollendo, 1939

Patricia Roberts

El cangrejo ermitaño

 

La caparazón

Del cangrejo ermitaño

Es delgada

No la toques

Se magulla fácilmente

El dolor perdura.

Por eso lleva su casa a cuestas

Se esconde y evita

Las olas, las brisas, el sol.

Tampoco vive.

Pájaros

Dos pájaros murieron

En la playa hoy día.

Uno grande

El otro pequeño.

La mañana era hermosa.

El sol estaba alto,

Las olas reflejaban plata

Y esmeraldas.

La arena empezaba a quemar

Bajo mis plantas.

Los encontré quietos

Algo distantes

En medio de todos los tesoros

En forma y colorido

Que iba recogiendo.

No eran chocantes,

Ni feos, ni repulsivos,

Sólo estaban muertos.

Cuadro ingenuo

Contra el muro de hojas verdes

cielo azul

montañas gris-azules

y los campos de cebollas.

 

Recuerdo un cuadro ingenuo

una doncella, casi una niña,

tratando, alcanzando

una flor de texao naranja cadmio.

La flor.

 

¿Dónde está la doncella,

casi niña?

El lienzo tiene un hueco

de descuido,

de desprecio.

 

Y sin embargo

el muro está ahí

con sus flores de texao naranja cadmio

brillando al sol.

Retamas en flor

 

No es necesario hablar para entenderse,

Basta mirar la flor y penetrarla,

Basta callar, con la mirada entera.

 

El sendero, los sauces, las acequias,

La música del río, los mosquitos

Y los pájaros volando sobre el campo.

Encontramos texao, no retamas.

 

Vayamos a ver las retamas en flor

Vayamos a escuchar el silencio.

Vayamos.

El ritual

 

La casa llena de cuartos

Muere solitaria

Rodeada de su descendencia.

La cámara huele a

Manzanas, cirios, lágrimas.

Nadie la toca

Ni escucha.

El médico está allí,

El sacerdote también

Roceando agua bendita

Oraciones incomprensibles.

Y la hija

Con su culpa de años

Sin tiempo.

Profeta

 

Para acercarme a tí

He recreado el mundo

Aquel que ya pasó.

He vuelto a florecer

Las rosas miniatura,

Los grandes ideales,

Las pequeñas costuras,

Las semillas,

La sal.

 

He mirado en mis manos

Las líneas luminosas,

Corazón inmenso,

Destino feliz,

Y te he vuelto a encontrar

Soñadora,

Profeta.

EMERGENCIA 911

Once de septiembre

El alma del planeta rasgada,

suspendida entre dos tiempos,

la consciencia oscura de líderes del mundo

se retrae amenazante.

Silencio de ultratumba nos envuelve.

Esperamos,

espero.

 

Veinte de septiembre

Todavía no lo saben

murieron

el once de septiembre.

Cruzaron el umbral 

rápido, ardiendo,

a mitad de frase.

Sus voces aún resuenan

atrapadas

entre los escombros,

unidos a la elegía

de los que escarban

sin esperanza.

 

Cuatro de octubre

“Si quieres paz

Trabaja por la justicia.”

Seguimos esperando la llegada

de la guerra.

 

Ocho de Octubre

Dicen que la guerra empezó ayer.

No acepto 

las impuestas dos opciones.

Con nosotros o en contra nuestra.

Creyente o infiel.

Mi camino es la paz.

Abrazo al mundo

Lloro

Con cada hermano desperdiciado

en el frente

con cada hermana agonizando

en el desierto,

con cada niño que muere de sed

en ambos lados de la frontera.

Quiero entender

a quienes tienen el corazón cerrado,

a los que están equivocados.

Somos un sólo mundo,

una sola raza,

compartimos la vida.

 

Nueve de octubre

¡No puedo tomar partido!

Ambos están al otro lado

Del amor.

 

Diez de octubre

Libertad duradera.

Los objetivos tienen éxito.

Caen trabajadores,

enfermos, niños.

Miles de famélicos,  aterrados, sin hogar

Huyen a donde nadie los quiere.

Infiel ten cuidado,

El ántrax se infiltra.

Noticias censuradas.

No queremos alarmar.

 

Veinticinco de octubre

Llueven bolsas de plástico amarillo

Sobre hospitales, 

Mezquitas, 

Barrios populosos.

Cuando no explotan

Son de comida

Las venden en el bazar.

 

Nominación

El premio Nobel de la Paz

Para el artífice de la guerra.

Las palabras mienten.

Vestido con cazadora militar

se pavonea

sus tropas lo vitorean.

¿Quién roba vida y salud

a su pueblo

para comprar armas

y bombardear famélicos?

¿Quién vende a sus hijas

Por un saco de trigo?

Este es mi cuerpo,

Esta es mi sangre.”

 

(Un año después)

Las torres gemelas

Acero

carme humana

entremezclados.

Chatarra fundida

en barras anónimas

vendidas a India

a precio de basura

para viviendas

baratas.

Yo hubiera levantado

un monumento

o entregado un trozo

a cada familia

que perdió una vida.

Una vez más:

la economía 

estúpido,

la economía.”

triunfa.

 

FRENTE AL MAR EN GRAN CANARIA

Gota a gota

Los minutos resbalan como aceite de oliva

Sobre mi piel sedienta.

Cada momento dura todo lo que yo quiera.

No destila otro instante hasta que este último

Haya sido agotado.

 

Pongo mi pie en la arena

viva

y siento por toda el alma

su palpitar de fuego.

Un paso sigue a otro

sin prisa ni desgano.

 

Marea alta

La barra de coral amansa

La gran ola.

Ella corre sumisa

disolviéndose.

Cuando nos encontramos

ya no crece, ni cae

ni retumba.

 

Marea baja

Las gaviotas están de banquete.

Los cangrejos y las almejas

mueren.

 

Palomas

Monjes de capucha blanca

pasean

en procesión silenciosa

a lo largo de la orilla.

 

Es hora de laúdes.

La inmensa playa

es toda suya.

 

Amanece otra vez

El sol quiebra entre nubes sonrojadas

pintando de azafrán las olas

ahora suaves.

Será un día brillante

de turquesas y safiros,

de diamantes y amatistas.

 

Yo me ocultaré en la sombra

Buscando esa otra luz:

Oscuridad radiante.

 

 

 

De Esencias, Arteidea Editores 2005

  1. El camino

Cuando creemos que ya 

hemos encontrado el camino, 

se nos pierde.

La vida no se puede atrapar, 

cambia constantemente.

Sin nombre y en inocencia
la Madre da a luz a su creación. 

Con pasión vivimos 

sus manifestaciones. 

Ambas son una.

Si sólo estamos envejeciendo 

nos sentiremos prisioneros

de nuestros miedos y frustraciones. 

En todo veremos oscuridad, 

enfermedad y muerte.

Cuando envejecemos con sabiduría

vivimos plenamente el Misterio  de no saber. 

Aprendemos a esperar en la oscuridad 

sin asustarnos.

  1. Los momentos ordinarios

Sin recibir honores vivimos felices. 

Sin acumular tesoros no tentamos a los ladrones. 

Sin deslumbrar a otros no creamos envidias.

Al envejecer con sabiduría 

buscamos tener la mente vacía y el estómago lleno. 

Gozamos de una comida agradable, 

un café aromático, 

un jerez al atardecer, 

en compañía de buenos amigos. 

Podemos  parecer débiles pero somos fuertes

porque ya no nos esclavizan los deseos 

ni nos domina la ambición. 

No decimos mucho 

pero nos hacemos cargo de todo.

Nos ha llegado la hora de gozar 

de los momentos ordinarios.

  1. Una Presencia permanente

Cuando escogemos

envejecer con sabiduría 

nos vamos vaciando de todos los excesos 

y no deseamos volver a llenarnos. 

Entramos tan profundamente en nuestro interior 

que llegamos a tocar la unidad de todo lo que existe.

Allí  ya no hay incomprensiones

 y la confusión de este mundo se disuelve 

en el abrazo cariñoso del Tao. 

Encontramos una Presencia 

clara  y permanente.

Descubrimos que los años no pueden endurecer 

la flexibilidad de nuestra alma,

ni secar la fuente de nuestro corazón.

Nuestra  mente dúctil 

mantiene a nuestro cuerpo esbelto y libre.

Hemos tocado el Tao.

  1. El Tao

El cielo y la tierra tratan a todos por igual.

Así lo hace también 

la persona que empieza a ser sabia.

No hay palabras para expresar el Tao 

sólo se puede sentir. 

Es  todo y es nada, nunca se extingue. 

Es nuestro aliento y nuestro alimento.

Es el sueño y la contemplación.

Por eso cuando empezamos a ser sabios

 no hablamos mucho, 

somos más comprensivos, 

perdonamos fácilmente, 

no nos alteramos tanto, 

ni afligimos, ni quejamos.

Tenemos el corazón lleno de amor, 

acogemos a todos por igual.

  1. Inagotable

El origen de la vida no se puede extinguir, 

es un útero en continua creación. 

Lo llamamos Madre, 

manto de seda, lluvia, 

Misterio, aliento, amigo, amante.

Al envejecer con sabiduría 

comprendemos que no desapareceremos  

cuando llegue la muerte.

Somos una danza de energía 

que no puede ser destruida

sólo transformada.

  1. Generosidad

El cielo es eterno, la tierra es inmortal 

porque no viven para sí mismos.

Cumplen con naturalidad su tarea 

en el plan universal.

Igualmente nosotros al entrar en la sabiduría 

ya no deseamos nada para nosotros 

pero recibimos todo lo que necesitamos. 

Colaboramos con las circunstancias 

sin oponer resistencia

y siempre nos sentimos seguros. 

No deseamos triunfar pero triunfamos.

Nuestra generosidad es la razón de que esto sea así.

Nuestro desprendimiento no es aislamiento estoico, 

sino inmersión deliciosa

en todos los aspectos de la vida.

Ya no nos tomamos tan en serio.

Somos libres al fin 

para vivir con alegría y amor.

8 Sin competir

El agua es una gran maestra. 

Nos enseña que podemos llegar

a los lugares más profundos

siendo humildes, 

hasta tocar el Tao.

Nos muestra como aceptar 

lo que otros evitan, 

como pensar con profundidad, 

como ayudar con amabilidad 

y como vivir en paz.

Porque no representamos un desafío para nadie 

tampoco somos rechazados.

Sabemos que la verdadera felicidad 

está en amar a todos.

Sólo el Tao nos satisface.

  1. ¿Jubilado?

Es importante saber 

cuando un trabajo está terminado.

Si la taza está llena 

para qué seguir añadiéndole más te. 

El cuchillo que se afila demasiado 

no durará mucho tiempo.

Acumular tesoros atraerá ladrones.

Al entrar en la sabiduría 

nunca nos jubilamos de la vida

sólo del trabajo cuando está acabado.

Ya no nos envanecemos, 

ni sentimos apego por el éxito.

Estar jubilado es poder hacer

lo que siempre hemos querido hacer: 

Vivir plenamente con libertad y alegría 

sintiendo cariño por todo y por todos.

 

 

 

De Sabiduría Para la segunda mitad de la vida (Reflexiones sobre el Tao Te Ching de Lao Tze) Editorial UNSA 2009

  1. Prefacio

    Cuando estudies el trabajo de un maestro

    Fíjate en cómo trabaja su mente.

    Facilidad en el lenguaje

    Y energía en las palabras 

    Se pueden alcanzar

    De varias maneras.

    Distingue lo bello de  lo ordinario

    Y lo bueno de lo mediocre.

    Sólo escribiendo y revisando

    Y revisando otra vez

    Alcanzarás  la visión interior.

    Nos preocupa que las palabras

    No alcancen a expresar lo que deseamos 

    O que la forma y el contenido no armonicen.

    Es fácil decirlo

    Pero difícil practicarlo.

    Quizás algún día dirán

    Que escribí algo que valió la pena,

    Que me introduje en el Misterio.

    Cada escritor debe encontrar su modo

    De penetrar el Misterio.

    1. Primera Moción

    El poeta se encuentra al centro de su universo

    Contemplando el enigma,

    Alimentándose de las obras maestras del pasado.

    Contemplando las estaciones

    Suspiramos

    Viendo la interconexión de todo lo que existe

    Aprendemos los innumerables caminos.

    Nos afligimos por  las hojas 

    Que caen en el otoño cruel.

    Admiramos cada tierno capullo en primavera.

    La escarcha en invierno hace temblar nuestro corazón

    Las nubes en verano elevan nuestro espíritu.

    Aprende de memoria los clásicos.

    Recita las virtudes de los maestros antiguos.

    Explora  sus tesoros.

    Descubre cómo el contenido y la forma nacen juntos.

    II El Comienzo 

    Con los ojos cerrados

    Escucha la música interior

    Perdido en tus pensamientos y preguntas.

    Nuestro espíritu viaja

    A los confines del universo

    Nuestra mente va a mil por hora

    Sólo en el silencio escucharemos la voz interior

    Con claridad

    Y los objetos aparecerán numinosos.

    Es como estar a la deriva 

    En un lago celestial

    O sumergirse en las profundidades del mar.

    Rescatamos palabras vivas

    Como peces

    Enganchados por sus agallas, saltando.

    Palabras luminosas caen

    Como pájaros cazados con flechas

    Desde nubes transeúntes.

    Recoge palabras e imágenes

    No usadas por generaciones.

    Nuestras melodías no se han interpretado

    Por miles de años.

    Las flores de la mañana se abren

    Pronto la noche las cerrará.

    El pasado y el presente se funden

    La eternidad se encuentra en un pestañar.

    III  Escogiendo las Palabras

    Ordenando nuestros pensamientos e ideas

    Empezamos a escoger las palabras.

    Las escogemos con cuidado

    Buscando el sentido de proporción.

    Traemos a la luz de la razón los pensamientos confusos;

    Perseguimos ecos hasta sus orígenes.

    Es como seguir una rama y encontrar sus hojas temblorosas

    Como nadar en un arroyo hasta su fuente.

    El poeta ilumina la oscuridad aunque esto signifique

    Que lo simple se vuelve difícil y lo complicado fácil.

    Así, el tigre silencia a otros animales,

    El dragón asusta a la bandada de pájaros.

    A veces escribir es un camino llano y fácil

    Otras escarpado y agobiante.

    Calma las aguas oscuras del corazón;

    Saca de la profundidad tus pensamientos

    Dales su verdadero nombre.

    El cielo y la tierra están atrapados en lo visible:

    Todo emerge del pincel que escribe.

    Al principio el pincel nos seca los labios

    Pero se vuelve húmedo al sumergirlo.

    La verdad es el tronco del árbol

    El estilo su follaje hermoso.

    Emoción y razón no están separadas:

    Cada cambio emocional debe ser leído.

    Para encontrar la verdadera alegría, ríe;

    Cuando sufras identifica cada suspiro.

    A veces las palabras vienen con facilidad;

    Otras, nos sentamos en silencio, cascando el pincel.

    IV. La Satisfacción

    El placer del escritor

    Es el placer del sabio.

    De la nada nace la palabra

    El silencio produce una canción.

    En un metro de seda hay espacio infinito;

    El lenguaje es diluvio que sale de un rincón del corazón.

    Lanzamos la red a las imágenes;

    El pensamiento busca cada  vez más profundamente.

    El escritor ofrece la fragancia de las flores,

    Una abundancia de capullos.

    Vientos brillantes levantan cada metáfora,

    Nubes se elevan del bosque donde escribe.

    V. Catalogando los Géneros

    Una obra literaria puede tomar muchas formas

    No hay manera de medir cual es la correcta.

    Cuando cambiamos todo el tiempo

    Es casi imposible captar la forma.

    Palabras y frases a veces compiten entre si

    Pero la mente es su ama.

    La obra  existe entre lo que no es y su creación

    Y se esfuerza por mantener profundidad y superficie.

    Uno puede salirse del cuadro o pisar el círculo

    En busca de la verdadera forma para cierta realidad.

    El escritor llena los ojos del lector con esplendor

    Y le aclara sus valores.

    La confusión no sirve

    Sólo cuando la mente está clara el lenguaje es noble.

    La lírica enuncia una emoción silenciosa.

    La prosa rimada presenta los objetos claramente.

    Las inscripciones deben ser simples.

    Las elegías contienen enredos de dolor y deben mantenerse tristes.

    Poemas para ejercitar la memoria deben ser simples pero llenos de significado.

    Los sermones a veces disgustan, deben ser directos.

    Las alabanzas deben ser equilibradas.

    Los tratados deben ser sutiles, agradables y bien pulidos.

    Las memorias son simples y tranquilas pero tienen mucha elegancia.

    Los discursos deben ser radiantes e ingeniosos.

    Aunque cada forma es diferente, cada cual posee maldad:

    Ninguna le da permiso al escritor para abusarla.

    El lenguaje debe ser auténtico, hablar desde su esencia:

    La verborrea indica falta de virtud. 

    VI. Sobre la armonía

    Cada composición tiene su propio aire

    Pero sólo después de tratar varias formas y cambios

    Se aprende la sutileza del arte.

    Las  ideas buscan una existencia armoniosa

    A través del lenguaje que debe ser hermoso 

    Y  verdadero a la vez.

    Los sonidos se entremezclan y 

    Como los cinco colores de un bordado

    Cada cual beneficiando al otro.

    La emoción verdadera es a veces caprichosa

    Pero la autocomplacencia es destructiva.

    Reconocer el orden

    Es como abrir la represa de un río.

    No reconocerlo es como coger la cola

    De un dragón y tratar de guiar su cabeza.

    Cuando luz y oscuridad se mezclan mal

    El resultado es opaco. 

    VII. Sobre la revisión

    Mirando hacia atrás encuentra la imagen no armoniosa;

    Anticipando  lo que vendrá,

    Prepara una transición suave.

    Las palabras

    A veces chocarán, otras fluyen

    Aunque las ideas se mantenga triviales.

    Aprende a distinguir la diferencia

    Así tu escritura será clara.

    Si lo confundes todo tu creación sufrirá.

    El arte y la virtud se miden

    Con cuenta gotas.

    El general inspecciona a su tropa

    Buscando los errores más pequeños

    Hasta en un solo cabello.

    Sólo cuando las revisiones son exactas

    El edificio podrá soportar su estructura.

    VIII. La clave

    Un  lenguaje hermoso

    Y un razonamiento justo

    No garantiza

    Ideas de calidad

    Lo que desea continuar no debe terminar;

    Lo que ya ha sido dicho es en sí la conclusión.

    Cada oración tiene ramas y se extiende

    Crece desde una frase bien colocada.

    Corta la palabrería, sé ordenado

    Sino tendrás que revisar y revisar.

    IX. Sobre la originalidad

    La mente hila telares elaborados

    Con follaje elegante y multicolor

    La composición debe tocar el corazón

    Cual  música de instrumento bien afinado.

    No existen ideas nuevas

    Sólo aquellas que estuvieron ocultas.

    El poema debe penetrar tu corazón

    Como penetró el corazón de tus predecesores.

    Continuando el mismo tejido

    Recrea  tu telar como si fuera nuevo.

    Cuando la verdad y la virtud están amenazadas

    Entrega  hasta tus joyas más preciadas. 

    X. Sombra, eco y jade

    Quizás sólo florezca

    Un capullo del bouquet.

    Quizás sólo una mazorca de maíz

    Se elevará en el campo.

    No se puede retener las sombras

    Ni detener los ecos.

    Un mal trabajo hiere el corazón

    Y es obvio

    No sirve ni para ponerle música.

    Cuando la mente está prisionera y separada,

    El espíritu vaga

    Y no se controla nada.

    Cuando una vena de jade aparece en la roca

    Toda la montaña resplandece.

    Las imágenes deben brillar

    Como perlas en el agua.

    Un arbusto de espinas, sin podar,

    Se esparce magníficamente sin control.

    Una canción corriente cantada con buena melodía

    Es otra manera de encontrar belleza.

    XI. Cinco criterios


    1. Musicalidad

    Cuando el ritmo es flojo

    El poema falla.

    El poeta busca en el silencio un amigo,

    Sin encontrarlo.

    El poeta llama y llama en el vacío

    Pero nadie le responde.

    El cielo le es inalcanzable.

    Amplio y vacío.

    Una sola nota tocada en la lira

    No puede crear música hermosa.


    1. Armonía

    Cuando la frase es perezosa y autocomplaciente

    Su musicalidad aparece ostentosa

    Y a nadie le gusta.

    Cuando lo bello se mezcla con lo ordinario

    La belleza sufre.

    Una pequeña mancha

    Malogra toda una cara hermosa.

    Es como una nota desafinada

    Que resuena fuera de lugar.

    Se puede hacer música

    Y no tener armonía.


    1. La verdadera emoción

    Buscando sobre qué escribir

    El poeta  a veces busca lo oscuro,

    Lo trivial, dejando de lado el sentido común.

    A todas sus palabras les faltará energía

    Serán divagaciones

    Y el amor habrá sido traicionado.

    Identifica la música y la armonía

    Que resiste definición

    Pero que está presente.

    Aunque encuentres la tonada

    El objetivo se te puede escapar.


    1. Moderación

    A veces los ritmos y las armonías dominan

    Y seducen al  poeta.

    O encantado con su voz 

    El público lo alaba.

    Entonces la vanidad invade con su tono vulgar

    Pretencioso 

    Inconveniente a una emoción disciplinada.

    Es como un mal músico

    Que para ahogar sus errores

    Toca más fuerte.

    Los sentimientos falsos son bofetadas

    En el rostro de la gracia.

    Sentimientos disciplinados no llevan a ninguna parte

    Si les falta refinamiento.


    1. Refinamiento

    Sólo cuando un poema está libre de emociones falsas y de confusión

    Las pasiones se manifiestan en perspectiva.

    El poema puede salir insípido, como caldo de enfermo:

    Como nota turbia de violín sin cuerdas.

    La mucha técnica le hace perder sabor al poema 

    Como asado sin salsa.

    O puede ser suficientemente bueno para ser cantado

    O servir de homenaje

    Pero sin gracia. 

    XII. Encontrando la forma

    Reconoce cuando el trabajo

    Debe ser lleno

    Y cuando debe ser 

    Compacto.

    Aprende cuando debes levantar los ojos

    Y cuando escudriñar.

    Adáptate a las ocasiones

    Que tus emociones sean sutiles.

    Aún cuando tu lenguaje sea corriente

    Las imágenes deben ser reveladoras.

    Cuando el pensar es desordenado

    El lenguaje debe moverse con mucho cuidado.

    Trajes viejos

    Pueden adaptarse;

    El arroyo que enlodamos

    Pronto vuelve a correr cristalino.

    Sólo después de mirar y escuchar

    Con atención

    Puede uno hacer que la sutileza

    Haga magia.

    Las mangas de los bailarines

    Se mueven con la música.

    Nadie puede explicar esto

    Menos aún las flores artificiales de los críticos.

    XIII. La obra maestra 

    Observa las reglas de gramática 

    Y las guías del buen lenguaje

    Imprégnalas en tu corazón y mente.

    Conoce lo que es y lo que no es

    Simplemente moda.

    Aprende lo que los maestros alabaron.

    Aunque la sabiduría de una mente sutil

    Puede ser menospreciada por el público.

    Las brillantes piedras semipreciosas de la moda popular

    Son tan comunes como frijoles en el campo.

    Aunque mis contemporáneos

    Produzcan mucho

    Sus verdaderas joyas sólo podrán llenar

    La cavidad de mis dedos.

    Tan infinito como el espacio, un buen trabajo

    Junta la tierra con el cielo;

    Viene de la nada

    Como el aire a través de un fuelle.

    Llevamos el balde al pozo

    Pero el balde pronto se vacía.

    Por querer que cada palabra cante

    El escritor se preocupa.

    Nada es perfecto

    Ningún poeta puede permitirse ser complaciente.

    Escuchamos la riza de una campana de jade

    Y asumimos que se está riendo de nosotros.

    Para el poeta el terror está siempre presente.

    XIV. El terror

    Te preocupa no tener 

    Tinta suficiente

    No encontrar 

    Las  palabras exactas

    Quieres   responder

    A cada  inspiración.

    Trabaja con lo que tienes

    Lo que ya pasó no puede retenerse

    Las cosas se mueven hacia las sombras y desaparecen

    Los recuerdos regresan en ecos.

    Cuando llega la primavera

    Entendemos por qué la primavera tiene sus razones

    Los pensamientos surgen del corazón como brisas

    Y el lenguaje encuentra al hablante

    Los capullos de ayer son las flores de hoy

    Dibujamos con un pincel en seda

    Cada ojo conoce su patrón

    Cada oído escucha su música lejana

    XV. La inspiración

    Llegan momentos cuando las emociones estrangulan,

    Cada estímulo quiere su respuesta.

    Hay momentos cuando el espíritu

    Se  congela.

    El escritor se siente muerto como tronco seco,

    Como cause de río en sequía.

    Para poder salir busca en las profundidades de tu alma

    Al espíritu;

    Ruégale, si fuera necesario,

    Que te dé una señal de vida.

    La oscuridad dentro de la mente

    Está oculta;

    Los pensamientos deben extraerse

    Como al niño del vientre

    Aterrado y gritando.

    Forzar emociones trae error

    Y más error;

    Dejándolas venir naturalmente

    Significa dejar que vengan y estén claras.

    La verdad está dentro de nosotros

    Pero ningún poder en la tierra puede forzarla a salir.

    Una y otra vez

    Busco en mi corazón y me esfuerzo

    A veces una puerta se abre lentamente

    Otras la puerta se mantiene con candado.

    XVI. Conclusión

    Considera las letras

    Todos los principios las demandan

    Aunque viajan miles de kilómetros

    Nada en este mundo puede detenerlas.

    Viajan a través de los años.

    Contémplalas 

    Clarificarán  las leyes del futuro.

    Míralas de otra forma

    Te enseñarán modelos de los maestros antiguos.

    El arte de las letras ha salvado gobiernos

    Y propagado la moral.

    A través de las letras no hay camino

    Que sea demasiado difícil 

    Ni idea tan confusa

    Que no pueda ser ordenada

    Vienen como la lluvia de las nubes;

    Renuevan el espíritu, dan vida.

    Inscritas en bronce o mármol

    Honran las virtudes

    Cantan con violines y flautas

    Y cada día renacen.

     

    Prefacio

    Cuando estudies el trabajo de un maestro

    Fíjate en cómo trabaja su mente.

    Facilidad en el lenguaje

    Y energía en las palabras

    Se pueden alcanzar

    De varias.

    Distingue lo bello de lo ordinario

    Y lo bueno de lo mediocre.

    Sólo escribiendo y revisando

    Y revisando otra vez

    Alcanzarás la visión interior.

    Nos preocupa que las palabras

    No alcancen a expresar lo que deseamos

    O que la forma y el contenido no armonicen.

    Es fácil decirlo

    Pero difícil practicarlo.

    Quizás algún día dirán

    Que escribí algo que valió la pena,

    Que me introduje en el Misterio.

    Cada escritor debe encontrar su modo

    De penetrar el Misterio

 

 

 

De Wen Fu, El Arte  de  Escribir Por Lu Chi.
Traducción creativa de Patricia Roberts Editorial UNSA 2008

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